En lo que se refiere al contenido, lo que más me ha impresionado ha sido la intervención y las actitudes de los dioses. Ya había oído de sus rencillas internas y su frialdad para manejar las vidas de griegos y troyanos, pero no habría pensado que su manipulación fuera tan constante ni que los hombres tuvieran tan poco margen de actuación. Da igual tener buena o mala puntería si Atenea decide desviar tu lanza. Las batallas frente a Ilión parecen ser un mero juego de dioses moviendo figuritas a su antojo. Prácticamente todo parece estar predestinado para llevar a los dos ejércitos al desastre.
“A los unos los excitaba Ares; a los otros, Atenea, la de ojos de lechuza, y a entrambos pueblos, el Terror, la Fuga y la Discordia, insaciable en sus furores y hermana y compañera del homicida Ares, la cual al principio aparece pequeña y luego toca con la cabeza el cielo mientras anda sobre la tierra”.
Canto IV
“El Pelida sacó después otros premios para el tercer juego, la penosa lucha, y se los mostró a los dánaos: para el vencedor un gran trípode, apto para ponerlo al fuego, que los aqueos apreciaban en doce bueyes; para el vencido, una mujer diestra en muchas labores y valorada en cuatro bueyes, que sacó en medio de ellos”.
Canto XXIII
En cuanto a la forma, la repetición de expresiones, diálogos, situaciones... se hace rara hoy en día. Supongo que ello facilitaba la memorización pero, ¿se podía memorizar un poema tan largo?
Al igual que me pasó cuando estudié este tema, durante la lectura no han dejado de venirme a la cabeza imágenes de la película Troya. Creo que ayuda tener la imagen de la ciudad fortificada, la llanura, los campamentos, etc. para hacerse una composición de lugar. Sin embargo, me es difícil cambiar la imagen mental de Aquiles por alguien que no se parezca a Brad Pitt.
En resumen, se me ha hecho un poco pesada la sucesión de eventos (demasiada descripción de batallas) aunque quizás venga bien para percibir el absurdo y el sufrimiento que la guerra provoca. También hay muchos pasajes y detalles que me han gustado, en general los que hablan de lo humano, de su fuerza o de su fragilidad, de forma poética.
"Cual la generación de las hojas, así la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generación humana nace y otra perece".
Canto VI
Después de leer el original traducido, ha caído en mis manos Homero, Ilíada de Alessandro Baricco. Me parece una buena adaptación de la Ilíada con la que resulta fácil mantener el interés por seguir leyendo. El autor explica en la introducción la razón que le llevó a producirla (una lectura pública de la obra completa) y los aspectos que tuvo en cuenta para darle forma.
Para esta versión dirigida a lectores contemporáneos, ha decidido recortar texto para evitar repeticiones, actualizar el estilo, narrar en primera persona focalizando partes de la obra en personajes concretos, añadir breves párrafos de producción propia y, sin dudarlo mucho, eliminar la presencia de los dioses.
"La Ilíada tiene una fuerte osamenta laica que sale a la superficie en cuanto se pone a los dioses entre paréntesis. Detrás del gesto del dios, el texto homérico menciona casi siempre un gesto humano que reduplica el gesto divino y lo reconduce, por decirlo así, hasta el suelo (...) En definitiva, suprimir los dioses de la Ilíada no es un buen sistema para comprender la civilización homérica, pero me parece un sistema óptimo para recuperar esa historia, trayéndola hasta la órbita de las narraciones que nos son contemporáneas"
Buscando imágenes y texto para esta entrada, he topado con el otro Homero, Homer Simpson, con una frase invocando también a lo divino: "No soy un hombre de oraciones pero si estas en el cielo ¡Ayúdame Superman!"
Buscando imágenes y texto para esta entrada, he topado con el otro Homero, Homer Simpson, con una frase invocando también a lo divino: "No soy un hombre de oraciones pero si estas en el cielo ¡Ayúdame Superman!"